Estos fueron los principales hitos del final del servicio militar obligatorio en España.
Se crea el Movimiento de Objeción de Conciencia, el colectivo que lideraría en las dos décadas y media siguientes la oposición popular al servicio militar obligatorio.
Se aprueba la Ley de Objeción de Conciencia para dar cobertura legal al creciente número de jóvenes que cada año declaran su oposición a hacer la mili. El servicio militar obligatorio pasa a durar un año (hasta entonces duraba un año y medio). La ley no impide que cada año más jóvenes se declaren insumisos, muchos de los cuales se ven inmersos en procesos judiciales que a menudo acaban en sentencias de cárcel. Ese año nace en Barcelona el colectivo Mili KK, que estuvo muy activo en esos años en las movilizaciones contra el servicio militar.
Se pone en marcha la Prestación Social Sustitutoria, conocida popularmente por sus siglas, PSS, para ofrecer una alternativa de servicio civil a los jóvenes que se declaraban objetores al servicio militar. Esta prestación empieza durando 18 meses.
La Ley Orgánica del Servicio Militar reduce la mili de doce a nueve meses. Aun así, sigue aumentando el rechazo de los jóvenes a pasar por los cuarteles. El 60% de los mozos llamados a filas ese año -360.000 en total- se acogen a alguna medida para evitar el alistamiento, como prórrogas por estudios, objeción de conciencia o declaración de insumisión. La PSS se reduce a 13 meses.
La PSS se reduce a nueve meses.
En su último año de vida, hacen el servicio militar 14.034 mozos, frente a los 91.000 jóvenes que se decantan por la Prestación Social Sustitutoria. El final de la mili significa también el de la PSS, una fórmula a la que se acogió un millón de jóvenes en sus 17 años de vida.
El Gobierno reforma el Código Penal y el Código Militar Penal para eliminar los delitos relacionados con la insumisión, lo que supone la amnistía para 4.000 insumisos sobre los que aún pendían procesos judiciales o penas de cárcel.