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o hay duda de que el coronavirus ha puesto patas arriba nuestro mundo desde muchos ángulos: la forma en la que nos relacionamos con nuestros seres queridos, las formas de trabajar cada vez más flexibles o la importancia de la digitalización, que ha llegado para quedarse.

Y en este contexto, las grandes empresas no se han quedado indiferentes, conscientes de que combatir el cambio climático debe estar en su hoja de ruta como una de las prioridades más inmediatas.

Compromiso empresarial con el medio ambiente

Empresas líderes de todos los sectores tienen ya como parte de su ADN conceptos como transparencia, ética, formación, protección de los derechos humanos, diversidad, inclusión financiera y social o sostenibilidad.

En el sector financiero, Banco Santander los ha convertido en ejes prioritarios dentro de su cultura corporativa. Con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático como uno de los pilares básicos de su estrategia de Banca Responsable, Santander ha anunciado recientemente un ambicioso plan con el que pretende alcanzar las cero emisiones netas en 2050 y se ha convertido en miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance (NZBA), una nueva alianza global de grandes bancos de todo el mundo para impulsar este mismo objetivo, con metas concretas ya establecidas para un primer horizonte en 2030.

En este sentido, Santander ya anunció que para esta fecha dejará de ofrecer servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico y eliminará su exposición a la minería de carbón térmico en todo el mundo. Como afirma Ana Botín, presidenta de Banco Santander, “si queremos que la economía mundial sea verde, necesitamos un esfuerzo verdaderamente global: bancos, empresas, gobiernos, reguladores y sociedad civil trabajando juntos al mismo ritmo”.

Huella ambiental

Por otra parte, la entidad renovó el pasado año su Plan de Eficiencia con el objetivo de impulsar las medidas enfocadas a la eficiencia energética en todos sus edificios y a la reducción de su huella de carbono, que mide desde 2001, igual que han hecho otras compañías punteras de otros sectores, como IBM que cuenta con edificios capaces de optimizar la gestión de recursos.

El banco alcanzó el objetivo de ser neutro en carbono en su propia actividad el pasado año y sigue dando pasos decididos para acompañar también a sus clientes en el camino hacia una economía baja en emisiones.

El Plan de Eficiencia del Santander contempla la reducción de la electricidad consumida en todos sus edificios y la reducción de las emisiones de C02, mediante el uso de energía limpia y la promoción de la movilidad eléctrica. Y los resultados no se han hecho esperar. Así, el consumo energético se ha reducido en un 21%, mientras que las emisiones a la atmósfera, derivadas de la actividad de la entidad financiera, han disminuido un 61%. A día de hoy, el 57% de la energía que utiliza a nivel global proviene de fuentes renovables, aumentando hasta el 100% en el caso de España, Portugal, Reino Unido y Alemania. En el resto de países, se espera alcanzar dicho objetivo en 2025. Antes, a lo largo de 2021, en las principales geografías en las que opera (Argentina, Brasil, Chile, Alemania, México, Polonia, Portugal, España, Reino Unido y EEUU) todo el plástico innecesario de un solo uso será eliminado y sustituido por otro tipo de materiales reciclados.

Este último compromiso es un paso más dentro del plan estratégico de Santander para luchar contra el cambio climático, que contempla en su hoja de ruta apostar de manera contundente por iniciativas y medidas sostenibles que nos ayuden a preservar la salud de nuestro planeta, con el claro objetivo de liderar la transición hacia una economía verde, dentro de sus políticas de Banca Responsable. De hecho, Santander, líder en financiación de proyectos de energías renovables, se ha comprometido a financiar o facilitar la movilización de 120.000 millones de euros entre 2019 y 2025 y 220.000 millones de euros entre 2019 y 2030 para combatir el calentamiento global producido por la acción humana.

Por un mundo mejor

Tras el análisis de 4.710 empresas de 61 sectores en todo el mundo en materia económica, medioambiental y social, el pasado ejercicio 2020, Banco Santander se mantuvo como líder europeo en sostenibilidad, según se recogió en el Sustainability Yearbook 2020, elaborado por S&P Global y RobecoSAM.

Fruto del esfuerzo y de todas las medidas que está implementando, Santander es una de las dos únicas firmas españolas (la otra es Inditex) que forman parte de la lista internacional de empresas que contribuyen a mejorar el mundo. El informe “Change The World” de la revista Fortune reconoce la labor realizada por las compañías cuyo esfuerzo impacta positivamente en las sociedades, gracias a sus programas sociales, económicos y medioambiental.